Si has llegado a esta página, seguramente es porque has decidido divorciarte o, al menos, te lo estás planteando.

Son muchos los aspectos que hay que tener en cuenta cuando se afronta un divorcio. La casuística es tan variada, que cada caso es único y el trabajo de los abogados se convierte, muchas veces, en una labor artesanal.

En este artículo explicaremos los aspectos básicos que debes tener en cuenta a la hora de divorciarte, los cuales dependerán, en esencia, de la existencia o no de hijos.

Los diferentes procesos de divorcio

El proceso de divorcio no es un proceso único. Podemos encontrarnos con tres modalidades:

    • El divorcio contencioso.
    • El divorcio de mutuo acuerdo judicial.
    • El divorcio de mutuo acuerdo notarial (exprés).

En los siguientes epígrafes veremos cada uno de ellos.

El divorcio contencioso

Es divorcio contencioso aquel en el que las partes no tienen un acuerdo sobre las cuestiones a regular. Estas son los aspectos básicos que debes saber:

    • Es un proceso judicial.
    • En este proceso sólo se decide sobre aquellos aspectos que tengan relación con la patria potestad, la guarda y custodia de los hijos, la pensión de alimentos, la pensión compensatoria y el uso de la vivienda familiar. No se resolverá nada respecto al reparto de bienes del matrimonio casado en gananciales. Ello deberá resolverse en otro procedimiento posterior. Sin embargo, sí se pueden establecer medidas de reparto de los gastos y cargas familiares (hipotecas, seguros, etc.).
    • Se inicia con la presentación de una demanda por parte de uno de los cónyuges en el que defiende una propuesta de medidas regulatorias de las consecuencias del divorcio. El otro cónyuge tendrá 20 días hábiles para presentar su contestación con su propuesta alternativa.
    • Es posible presentar, junto con nuestro escrito, una solicitud de medidas provisionales. Es decir, una petición de que el juzgado establezca, de urgencia, una serie de medidas (custodia, alimentos, uso del domicilio familiar…) para que estén vigentes durante el tiempo que dure el procedimiento.
    • Una vez contestada la demanda, el juzgado nos citará para juicio, el cual dará lugar a la sentencia definitiva.
    • También es posible, en este proceso, solicitar la intervención de los equipos psicosociales de los juzgados para que elaboren un estudio de la familia y unas recomendaciones. Ello sobre todo en procesos en los que esté en disputa la custodia de un hijo. No obstante, esto tenderá a alargar el proceso.
    • En cuanto a la duración, no es estimable, pues cada juzgado se da sus tiempos. Lo ideal es que el proceso dure unos 6 meses desde que se interpone la demanda.

    • Es obligatorio contar con abogado y procurador.

El divorcio de mutuo acuerdo judicial

Es divorcio de mutuo acuerdo aquel en el que los cónyuges pactan libremente las medidas regulatorias de las consecuencias del divorcio. Estas son las cuestiones básicas que debes saber sobre la vía judicial:

    • Ha de hacerse por vía judicial si existen hijos menores de edad, siendo sólo una opción en el caso de no tenerlos.

    • A diferencia del procedimiento anterior, en este caso sí se puede regular el reparto de los bienes gananciales, en su caso, además del resto de medidas. Esto es una gran ventaja, dado que nos ahorraremos un procedimiento que es incluso más largo y tortuoso que el del divorcio.
    • Para iniciarlo, el abogado deberá redactar un convenio regulador con el acuerdo. Tras ello, se presenta la demanda en el juzgado que corresponda. A continuación, nos citarán en el juzgado para ratificar el convenio. Si éste cumple con todos los requisitos legales, se aprobará mediante sentencia. En ella se manifestarán los acuerdos alcanzados y se decretará el divorcio. Si hay menores, el Fiscal elaborará un informe mostrando su conformidad o disconformidad con el contenido del acuerdo.
    • En cuanto a la duración, no es estimable, pues cada juzgado se da sus tiempos. Lo ideal es que el proceso dure unos 2-3 meses desde que se interpone la demanda si hay hijos y 1-2 meses si no los hay.
    • Es obligatorio contar con abogado y procurador.

El divorcio de mutuo acuero notarial (exprés)

Es divorcio de mutuo acuerdo aquel en el que los cónyuges pactan libremente las medidas regulatorias de las consecuencias del divorcio. Estas son las cuestiones básicas que debes saber sobre la vía notarial:

    • Podrá hacerse por vía notarial cuando no existan hijos menores de edad o mayores discapacitados o incapacitados judicialmente.
    • Se podrá regular, también, el reparto de los bienes gananciales.
    • Para iniciarlo, el abogado deberá redactar un convenio regulador con el acuerdo. Tras ello, se presenta ante el notario competente junto con el resto de documentación necesaria: DNI de ambos cónyuges, Libro de Familia, certificado de matrimonio y certificado de empadronamiento. Una vez hecho esto, el notario nos dará fecha para firmar la escritura de divorcio según su disponibilidad.
    • La duración del proceso no es estimable, pues dependerá del notario. Lo ideal es que el proceso no dure más de 1-2 semanas desde que facilitamos toda la documentación al notario.
    • Es obligatorio contar con abogado y notario.

Lo que debemos regular en un divorcio, con o sin hijos

Un divorcio no sólo consiste en romper el “contrato” matrimonial. Tiene consecuencias filiales (relativas a los hijos) y económicas que se tiene que regular. Esto se puede hacer de manera contenciosa, si los cónyuges no se ponen de acuerdo, o por vía del consenso, tal y como hemos señalado más arriba.

Veamos algunas decisiones que deben o pueden tomar las parejas cuando deciden divorciarse cuando hay hijos de por medio:

    1. ¿Quién ostenta la patria potestad de los hijos menores?
    2. ¿Cómo se tomarán las decisiones relativas a los hijos (colegio, oficios religiosos, clases extraescolares, tratamientos médicos, atención psicológica, etc.)?
    3. ¿Qué progenitor ostenta la custodia de los hijos menores?
    4. ¿Habrá un régimen de visitas de los hijos para un cónyuge? ¿en qué condiciones?
    5. ¿Cómo se reparte el tiempo de las vacaciones escolares?
    6. ¿Qué comunicación debe existir entre los hijos menores y el otro cónyuge
    7. ¿Qué relación van a tener los hijos con otros familiares y su entorno?
    8. ¿Se establece pensión de alimentos a favor de los hijos? ¿en qué cuantía?
    9. ¿Se establece pensión compensatoria de un cónyuge al otro? ¿en qué cuantía?
    10. ¿Qué cónyuge se queda viviendo en el que ha sido el domicilio familiar?
    11. ¿Cómo se pagarán los gastos comunes de hipoteca, seguros, etc.?
    12. ¿Cómo repartimos los bienes gananciales?
    13. ¿Regulamos la privacidad de nuestro hijo menor en redes sociales estipulando si subimos o no fotos con ellos a internet?
    14. ¿Regulamos la custodia de nuestras mascotas y el pago de sus gastos?
    15. ¿Regulamos la alimentación que debe tener nuestro hijo?

Cuando no hay hijos, es mucho más sencillo, pues las cuestiones que forman parte del debate se reducen. Serían, potencialmente, las siguientes:

    1. ¿Se establece pensión compensatoria de un cónyuge al otro? ¿en qué cuantía?
    2. ¿Qué cónyuge se queda viviendo en el que ha sido el domicilio familiar?
    3. ¿Cómo se pagarán los gastos comunes de hipoteca, seguros, etc.?
    4. ¿Cómo repartimos los bienes gananciales?
    5. ¿Regulamos la custodia de nuestras mascotas y el pago de sus gastos?

Como vemos, son muchas cosas las que debemos o podemos regular. Por eso es esencial contar con la orientación de un abogado. Muchas veces nuestro trabajo consiste en ayudar a las parejas a centrarse en las cosas que tienen que decidir.

Nuestro objetivo, sobre todo cuando el proceso es de mutuo acuerdo, es que se alcance una solución duradera. El éxito está en que el convenio regule todo con pelos y señales, sin márgenes a la interpretación, para que las parejas no tengan que estar constantemente dirimiendo sus asuntos en un juzgado.

Diferencias entre divorcio y separación

Cuando una pareja se rompe, algunas veces se plantean si se divorcian o únicamente se separan legalmente. La diferencia fundamental entre una y otra opción está en que con el divorcio se rompe totalmente el vínculo matrimonial. No hay matrimonio. Sin embargo, con la separación sigue existiendo legalmente un matrimonio.

En ambos casos se tiene que regular todo lo concerniente a hijos, pensiones, uso de la casa, reparto de gastos, reparto de bienes, etc. El proceso judicial o notarial también es el mismo.

La única diferencia es la que hemos destacado ya, es decir, que con la separación el matrimonio sigue en vigor. La consecuencia principal de ello es que no nos podremos volver a casar, pero también hay consecuencias para la pensión de viudedad. Si, por ejemplo, estoy separado legalmente y rehago mi vida con otra persona con la que, incluso, me hago pareja de hecho, y muero, mi pareja actual no recibiría un solo euro de pensión de viudedad, dado que ésta se reserva a los matrimonios y yo he muerto casado con la persona de la que me separé hace años.

En resumidas cuentas, nuestro consejo es que, si dudas entre divorciarte o separarte, divórciate. El proceso es el mismo, todo es igual, pero te quitas de complicaciones futuras. Y si tu preocupación es si te vas a reconciliar con esa persona, no hay problema, siempre os podéis volver a casar, lo cual no deja de ser un acto que puede ser rápido y con costes bajos.

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